Lo entendemos como la capacidad que tiene la ventana o puerta para lograr un cierre adecuado y continuo en todas las juntas que existen.

Tiene repercusiones muy elevadas en:

• Aislamiento térmico: ya que evita que pase el aire.
• Aislamiento acústico: En este aspecto es simplemente fundamental, si no existe un buen cierre da igual lo que se haga, siempre va a pasar ruido.

Depende del tipo de apertura, pero fundamentalmente a través de dos opciones:

• Presionando gomas.
  • Sistema que logra valores altos de hermeticidad.
  • Dependiendo del sistema de cierre la durabilidad de las características se mantendrán más o menos en el tiempo.
  • Los sistemas de apertura batientes, oscilo-batientes, oscilo correderos y elevables, se englobarían aquí.
• Con cepillos y felpudos.
  • Sistema que no suele alcanzar altos valores de hermeticidad.
  • Suelen perder características a medida que se degradan los felpudos o cepillos.
  • El sistema de corredera clásico se encontraría en este grupo.

La hermeticidad es la cantidad de metros cúbicos de aire a la hora por metro cuadrado de superficie, que atraviesa una ventana en función del aire que hay en el exterior.

Clasificación sencilla:

• MALA HEMETICIDAD: Cuando hace viento se mueven las cortinas. 0-1
• MEDIA HERMETICIDAD: Cuando hace viento noto algo de aire, y se escucha el ruido de la calle. 2-3
• ALTA HERMETICIDAD: Cuando cierro no se escucha la calle, como mucho en días de mucho viento, silban. 3-4

Desde V3, hacemos mucho hincapié en que, por experiencia, siempre debemos tender a ir a clase de hermeticidad 4, de verdad que hay diferencia no sólo en confort térmico, sino también en acústico.